Minimizar nuestras necesidades autistas es invalidarlas

Cada vez que los autistas expresamos nuestras necesidades para llevar un vida digna y tolerable, no falta quien (con la buena intención de querer hacernos sentir que somos “normales”), comete el error de decirnos que esa es una necesidad de todo humano.

Como autista necesito que, cuando decimos lo que necesitamos, no nos digan “eso lo necesitamos todos”, porque entonces minimizan e invalidan nuestras necesidades.
Es cierto que los autistas necesitamos lo mismo que los demás, pero la diferencia es que los neurotípicos nos imponen sus límites de lo aceptable. Por ejemplo, si necesito soledad y silencio, van a decirme que eso lo necesitamos todos. Pero si yo, como autista, NECESITO seis veces más tiempo de soledad que ellos, el tiempo de diferencia con respecto a sus necesidades, lo tomarán como un capricho.

Si intento hacer una actividad de las consideradas productivas, es probable que ante mis necesidades de menor exposición social, quieran convencerme de que “puedo lograrlo”, y que tengo la capacidad de hacerlo… Así terminé cada intento trunco, en estado de ansiedad generalizada y depresión. Así es que, por más que me digan todo lo capaz que supuestamente soy, no logre terminar nada, y que sean las situaciones las que terminen conmigo.

Entonces, si minimizas mis necesidades, no me estás ayudando a recibir lo que necesito, por el contrario: estás potenciando las probabilidades de que eso no ocurra.
Cuando las necesidades de los autistas no solo sean respetadas en calidad, sino también en cantidad, hablaremos de si tú (neurotípico con sus derechos reconocidos) también necesitas lo mismo que yo.

Mientras tanto respeta mis reivindicaciones, aceptando, esta vez, no ser el centro de atención ni el parámetro de normalidad.

Texto: Insurgencia Autista ONG, organización conformada por adultos autistas.