Desde Insurgencia Autista ONG somos muy cuidadosos de que, cuando emitimos opiniones, con estas no invalidar las contrarias ni achacar a toda la comunidad autista la misma opinión, y mucho menos querer imponernos como sus representantes.
En los únicos casos en que decimos «a nosotros…» lo hacemos refiriéndonos a los integrantes de nuestra organización, la cual funciona por consenso. En cambio, cuando hablamos de la comunidad autista, siempre hablamos aclarando que es «a muchos/algunos autistas». Nunca van a encontrar una nota nuestra en donde nos adjudiquemos ser portadores de la voz de todos los autistas, más que para decir obviedades indiscutibles, como que merecemos inclusión.
Tampoco decimos cuál es la forma correcta de expresarse (por ejemplo: soy autista vs. tengo autismo), ni afirmar cuál es el único símbolo o color válido para representar nuestro activismo… Solo afirmamos que no está bien que no se nos tenga en cuenta a los autistas y no se nos pregunte nuestra opinión (o nos la nieguen) a quienes estamos deseosos de expresar nuestras necesidades y conceptos.
Cuando escribimos notas sobre nuestra realidad autista, somos muy cuidadosos de expresar si la nota es una experiencia en primera persona (que representa al autor), o en caso de que nos refiramos a la comunidad, siempre escribimos en condicional, porque no todos se sentirán representados.
No estamos discutiendo un término o un logo, estamos discutiendo un derecho básico e innegociable: el de expresión.
Texto: Insurgencia Autista ONG, organización conformada por adultos autistas.