Soy autista vs. tengo autismo: resolviendo el misterio del siglo

Hace un tiempo realizamos esta encuesta en nuestra Fanpage, donde se les preguntaba a individuos diagnosticados con CEA (condición del espectro autista), cómo preferían referirse a su condición. El 68% de los participantes eligió «soy autista», mientras que el 32% optó por «tengo autismo». ¿Qué significa todo esto?; ¿quién tiene la razón absoluta? La respuesta es tan simple como inesperada: TODOS TIENEN RAZÓN.

Veamos los principales argumentos de las dos posturas, antes de explicar esta extraña afirmación. Quienes votaron por «Tengo autismo», afirman que no quieren etiquetarse porque son más que un diagnóstico y que por esa razón debe decirse de ese modo. Los que en cambio eligieron «Soy autista», sostienen que es la forma correcta porque se nace autista, no es algo que puedan quitarse o modificar y los hace ser quienes son.

Si analizamos estas afirmaciones, nos encontraremos con que el primer argumento es una demostración de que se considera como algo negativo al autismo, porque todo el tiempo usamos etiquetas para definirnos. Podría dar el ejemplo de que soy hombre, heterosexual, bombero, activista, autista, etc.. Ninguna de estas etiquetas me definen por sí solas, pero todas expresan una parte de quién soy. Entonces, ¿por qué puedo usar otras etiquetas, pero solo la de autismo es mala? Porque lo consideran como negativo per se.

En cuanto la segunda afirmación, hagamos algunas consideraciones. Nací con genes, no es algo que pueda quitarme o modificar, y soy quien soy, gracias a ellos. Los genes cumplen con los mismos parámetros del autismo, pero nadie dice «soy genes». Por otro lado, no nací bombero, tuve que estudiar, fue algo adquirido mucho después y, sin embargo, puedo afirmar que soy bombero. El que algo sea innato o adquirido, no impide que pueda ser algo que me defina.

Entonces, ¿cómo resolvemos la cuestión? Aceptando que ambas formas son correctas e, incluso, parte de una misma repuesta. Nosotros SOMOS AUTISTAS, porque tenemos una serie de características neurobiológicas que, en su conjunto, son denominadas autismo; es decir que TENEMOS AUTISMO.

Es tan simple, que el hecho de que esto se nos haya escapado, nos hace ver que todavía tenemos mucho por aprender; y lo digo yo, que era uno de los defensores de una de las dos formas anteriores. Si me pongo estricto e inflexible, puedo a decir que la forma correcta es CEA, y los hago enojar a todos, pero coloquialmente, decir «soy autista» o «tengo autismo» es válido, es más directo y requiere un poco menos de explicación hacia los demás.

Señores autistas, señores alistas: dejemos de corregir, ambas formas de expresarse son válidas, no importa cómo lo expresemos, el autismo nos acompaña desde nuestro nacimiento, y eso no cambia por usar una forma u otra. Finalmente, considero que la conclusión más importante de todo este razonamiento, es que debemos respetar las formas del otro, y entender que diferente no significa equivocado, no significa errado, no significa malo.

Autor: Ezequiel Raskolnikov, integrante de Insurgencia Autista ONG (organización conformada por adultos autistas).